2013 - Underberg - un buen consejo
El Departamento de Buenos Consejos de Dieter: Underberg
Durante una breve estancia en Chile, llevando conmigo un paquete de Underberg, que pude comprar en el aeropuerto de Buenos Aires, tuve que volver a enfadarme por esta tontería de envase, lo que más tarde me llevó a enviar una carta a esta empresa:
Buen día.
Dado que aprecio enormemente la calidad de su bebida, tengo que decirle que estoy muy disgustado con su política, o como se dice hoy en día "estrategia de marketing", de ofrecer su bebida únicamente en estas pequeñas botellas.
¿Por qué Underberg no está disponible en botellas normales de 3/4 de litro como Fernet Branca, Montenegro, Jägermeister y todos los demás? Tengo que mencionar de nuevo que Underberg simplemente me sabe mejor que todas estas bebidas más o menos amargas. La sutileza de los sabores y la ausencia de azúcar sugieren incluso que se trata de una bebida de máxima calidad en comparación. Pero estos frascos son simplemente indignos y absurdos al mismo tiempo, y, sencillamente, están desfasados.
Les pido que comprueben en qué aeropuertos del mundo se puede comprar su producto. No encontrarán muchos. En mi opinión, la razón principal de sus escasas ventas es precisamente esta forma de presentación en estas pequeñas botellas, latas y cajas de cartón, todo ello envuelto en papel y láminas de plástico. ¿Quién quiere cargar con todo ese equipaje? Y al final tendrás a los ecologistas en contra por un lado, pero por otro a la gente práctica que prefiere servirse un vaso de una botella normal.
Y una palabra más sobre su envoltorio de papel: la asociación es obvia para ocultar sistemáticamente el abuso del alcohol aquí, como ocurre en los Estados Unidos, donde la gente bebe alcohol en la calle en envases que oculta con una bolsa de papel marrón. No hay ninguna razón para tomar un Underberg "en secreto".
Su idea de enviar vasos especiales de Underberg, etc. a cambio de "tapas de botella" tampoco demuestra grandeza. Como consumidor, uno podría incluso plantearse si es que quieren reutilizar las tapas. Al fin y al cabo, ¡no se pueden producir sin dinero! Y en general, como consumidor, uno se pregunta cuánto repercute en el precio final el hecho de que el producto esté tan dosificado y "sobreenvasado".
Por favor, consideren seriamente mis sugerencias. ¡Creo que les irá bien si las siguen!
Un saludo desde Madrid.
Dieter Gölsdorf